27 ene 2012

pelochoooo


Os presento a la mascota de Pyke, el duende que vive en mi habitación, a ver si en un par de días le vuelvo a ver y hago un dibujillo suyo, espero que os guste :P

8 nov 2011

Geisha




Ella se pinta el rostro para ocultar su rostro, sus ojos son como el agua profunda, el deseo no existe para la geisha, el sentimiento no existe para la geisha. 
La geisha es una artista del mundo etéreo; ella baila, canta, te entretiene todo lo que quieras. Lo demás son sombras, los demás es secreto. 

Nereida



Las Nereidas, eran las cincuenta hijas de Nereo y de Doris.
Se las consideraba las ninfas del mar, puesto que vivían en las profundidades del océano; no obstante emergían a la superficie para ayudar a marineros que surcaban los procelosos mares.
Se aparecen a los hombres del mar montadas en delfines y otros animales marinos. Los griegos las adoraban en altares en las orillas de mares y acantilados, donde se les ofrecía leche, aceite y miel.
Representaban todo aquello que hubiese de hermoso y amable en el mar. Cantaban con voz melodiosa y bailaban alrededor de su padre.





Incluso los dioses temían a las Tres Parcas. Zeus también estaba sujeto a su poder, admitió una vez la sacerdotisa pitia de Delfos. Hesíodo aludía a “Las Tres Parcas a quienes el sabio Zeus dio los mayores honores”.

Cloto
Hilaba la hebra de vida, de un tono plateado, con sus finos dedos y la deslizaba hasta llegar a su hermana.

Medía el hilo de la vida de cada persona, instintivamente, sin reparo de quien sea.

Era quien cortaba el hilo de la vida. Elegía la forma en la que moría cada persona, y cuando su tiempo llegaba cortaba su hebra con “sus temibles tijeras”.

Mirada elfica




“Cuando Varda, la Señora de los Cielos, encendía las estrellas sobre la Tierra Media, lo llamados Hijos de Eru, despertaron junto a la Laguna Cúvienen, el “Agua del Despertar”. Este pueblo era el de los quendi, llamados también elfos, los Primeros Nacidos, y lo primero que vieron cuando despertaron fueron las nuevas estrellas, por ello los elfos adoran a las estrellas por encima de todo, y sitúan a Varda, quien les creó, a quien llaman Elentári, la Reina de las Estrellas por encima de los Valar. Cuando los elfos observaron la luz de las estrellas, está penetró en sus ojos y desde entonces brillo en ellos.”

La Dama del Lago



En aquel tiempo, se llamaban hadas a todas las mujeres que eran entendidas en encantamientos, que conocían las virtudes de las palabras, de las piedras y de las hierbas y gracias a esta ciencia, conservaban su juventud, belleza y riqueza a su antojo.
Todo esto comenzó en tiempos de Merlín, el sabio adivino que conocía el pasado, el presente y el porvenir, aquel que podía hacer volar las piedras y descubrir los grandes tesoros que se encuentran bajo tierra o en las profundidades marinas y que mediante el poder de su magia levantaba, en cuestión de instantes, magníficos palacios o fortalezas inexpugnables.

La doncella no era otra más que la Dama del Lago, a la que Merlín amaba apasionadamente y a quien había enseñado todos sus encantamientos.
En una sola noche, edificó para ella un magnífico palacio de cristal, pero cuando Viviana le hizo ver que cualquiera podría observarla a través de las paredes transparentes, añadió un hechizo que sumergió el palacio encantado en el fondo de un lago.
El sabio hechicero le había revelado que, algún día lejano, ella se encargaría personalmente de recuperar a Excalibur, la espada de soberanía que había sido confiada a Arturo, y de guardarla en un lugar ignorado por todos con el fin de transmitirla, más tarde, a aquel que vendría a unificar el mundo.